En su memoria, este sencillo poema a…Miguel Hernández,
“elegía” del humilde poeta.
Un pastor viene cantando
su canto de Orihuela,
sobre el pasar de proezas
entre ganado, entre andanzas
de un verso hecho poema.
Y le venían bien
los aires de la montaña,
del río y de la comarca…
Donde construyó entre la pobreza
la riqueza de ser un soñador,
y profeta de su tierra.
A su paso fue dejando
las huellas de su enamoramiento
cuando hablas,
cuanto sufrimiento,
apremiante y enseñanza.
Eres extranjero de tu época
y sabes parir letras
derramadas en populares cantos,
como la mujer morena
de tus “nanas de la cebolla”.
Y por las cárceles dejaste
indicios de tu pasear clandestino,
sentado sobre los muertos
jaulas de barrotes sin ser asesino.
Dibujando la esperanza
al expresar…
“Para el hijo seré
la Paz que estoy forjando”.
Del esposo soldado
en tiempos de guerra,
de hoguera y desigualdad
que sufrió mi tierra.
Y que hoy tiene un poco
de ti en los poemas,
de cantares a tu humilde tierra.
Donde naciste,
a la que regresaste
para seguir enamorado
con la pasión a tus 31 años.
© Enrique Palma... (Derechos de autor)...28/3/2015…
