¿Qué puedo perder si no soy nadie?
Me enfrento al mundo, a un mundo despiadado, sin ayer, sin ahora, sin mañana y sin futuro, sin ilusiones ni sueños, sueños que se han perdido.
Más allá de sombras en las noches, que me cubren, todo negro, negro como el abismo insondable, como el universo incognoscible.
Doy gracias por si algo pudiera existir y supero mi miedo, ante las
circunstancias, mi alma levantada, no lamentos, convicciones, rebelión,
ante la imposición del “destino”.
La cabeza levantada aunque sea ensangrentada, aquí, allí, en cualquier lugar donde nos hacen los nadies y nos llenan de miedos.
Hijos de nadie, dueños de nada, saqueados hasta la dignidad, desposeídos, jodidos, sin historia, los que no son nada, darán la vida por quienes en vida les matan…
Y yacen en el horror de la sombra.
¡Yo no quiero seguir su juego!
¿Qué puedo perder si no soy nadie?
Por ello me enfrento a este mundo aunque sea solo.
¡Con dignidad ser alguien! en la fosa o en sepulcro.
La cabeza levantada aunque sea ensangrentada, aquí, allí, en cualquier lugar donde nos hacen los nadies y nos llenan de miedos.
Hijos de nadie, dueños de nada, saqueados hasta la dignidad, desposeídos, jodidos, sin historia, los que no son nada, darán la vida por quienes en vida les matan…
Y yacen en el horror de la sombra.
¡Yo no quiero seguir su juego!
¿Qué puedo perder si no soy nadie?
Por ello me enfrento a este mundo aunque sea solo.
¡Con dignidad ser alguien! en la fosa o en sepulcro.
© Enrique Palma... Granada... (Andalucía)... (España)...
