Y tiemblo entre remolinos viejos,
Dentro de un bosque veo el animal
Que en guerras llevo dentro.
Veo los ojos de mi abuelo,
La sonrisa de mi madre
Y la piel matizada por el tiempo.
Refugio de los centros en el pecho,
Donde la sangre calienta,
Donde los bosques pintan
En el silencio su gran obra maestra
Llamado fundamento.
¡Veo la historia frente a mí!
Es efímera la viña…
Es frondosa la sublime aurora.
Soy de tierra adentro
Y de cielos visto el fuego con mesura
¡Contemplad del ser humano su hermosura!
Y no encuentro aún argumento
Que deje huella entre los libros
Yo no pude percibir sus vestigios…
Cada vez que trastornadas incógnitas me cobijan
Soy su mano, soy sus dedos,
Me extiendo y formo parte de su todo, estoy muy dentro.
Veo la histeria de aquellos sin historia
Y hurgo entre pensamientos…
Un encuentro para los pobres
¡Ay, camino de los silencios!
Ahí yacen las palabras esquivando
Las verdades inexistentes.
Y todo es tempestad
Entre los ríos de gente,
Porque ¡veo la historia frente a mí!
Guerras, tempestades, descubrimientos
Y aún no he podido entenderlo.
¿Cómo fue parido ese invento?
Ese llamado hombre nuevo…
¿Cómo fue que con tantos artilugios?
Has dejado de pensar…
¡Asombrarte de lo cotidiano!
Tú, figura de cal y arena
A ti, te hablo ¡Hombre moderno!.
© Enrique Palma... (13/10/2015)... (Derechos reservados)... (inédito)
La sonrisa de mi madre
Y la piel matizada por el tiempo.
Refugio de los centros en el pecho,
Donde la sangre calienta,
Donde los bosques pintan
En el silencio su gran obra maestra
Llamado fundamento.
¡Veo la historia frente a mí!
Es efímera la viña…
Es frondosa la sublime aurora.
Soy de tierra adentro
Y de cielos visto el fuego con mesura
¡Contemplad del ser humano su hermosura!
Y no encuentro aún argumento
Que deje huella entre los libros
Yo no pude percibir sus vestigios…
Cada vez que trastornadas incógnitas me cobijan
Soy su mano, soy sus dedos,
Me extiendo y formo parte de su todo, estoy muy dentro.
Veo la histeria de aquellos sin historia
Y hurgo entre pensamientos…
Un encuentro para los pobres
¡Ay, camino de los silencios!
Ahí yacen las palabras esquivando
Las verdades inexistentes.
Y todo es tempestad
Entre los ríos de gente,
Porque ¡veo la historia frente a mí!
Guerras, tempestades, descubrimientos
Y aún no he podido entenderlo.
¿Cómo fue parido ese invento?
Ese llamado hombre nuevo…
¿Cómo fue que con tantos artilugios?
Has dejado de pensar…
¡Asombrarte de lo cotidiano!
Tú, figura de cal y arena
A ti, te hablo ¡Hombre moderno!.
© Enrique Palma... (13/10/2015)... (Derechos reservados)... (inédito)
Buenas tardes, cada vez que leo me maravillo con sus escritos, saludos señor poeta.
ResponderEliminarMchas gracias y muy agradecido de que te gusten mis escritos...espero sigan gustandote siempre linda mujer...un abrazo..
EliminarPoema de lujo, con una invocación tácita a la reflexión..."¡Ay, camino de los silencios!/Ahí yacen las palabras esquivando/Las verdades inexistentes..." Felicitaciones...
ResponderEliminarMuchas gracias amigo Rodolfo... tu comentario es una gran ayuda a la inspiración...siempre muy agradecido por darme tu opinión...saludos amigo..
EliminarEste hombre moderno que solo mira por él, y por lo material, que con tantos artilugios, se te escapa lo mejor de la vida.
ResponderEliminarMe ha encantado Enrique.
Un placer visitarte, te leeré siempre que mis ojos me dejen.
Un abrazo.
Hola amiga Carmen... Gracias por darme tu opinion...es un honor para mi saberme leido por ti y espero que tus lindos ojos sean eternos y sigas leyendome hasta despues de mi sueño... un abrazo linda mujer...
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