Linda mía ¿cómo estás? Y qué hora tras hora sin pensar, y de forma natural he ido cobijando los besos y labios que tiene tu nombre en mis caminos y ratos, en todo momento, cuando en aquellos tiempos te voy pensando y amando tanto, con ese gozo que perfume femenino va dejando a su paso, el rastro del renglón lleno que espero toques con las pupilas despiertas...
© Enrique Palma...
No hay comentarios:
Publicar un comentario