Y anhelo tenerte en mis brazos, y hacerte sentir mujer, sueño tenerte en mi cama y hacerte explotar de placer.
Déjame traerte a mi nido para hacerte mía, para hacerte las locuras que mereces mujer, ven y hazme esas cosas que como tú nadie sabe hacer, y sabes, me gusta hacerte esas caricias que yo sé, unamos nuestros cuerpos, y dejémoslos hacer hasta el amanecer.
Recorramos nuestra piel con la lengua, tu lengua mi placer, con la mía tu cueva penetrare, te llevare al paraíso y tú a mi también, y allí, en la fuente de tus encantos beberé.
Tu sonrisa, golpea al día que amanece tímidamente desde el silencio… y llega la mañana y se divisa la noche pegada en tus retinas, con esos deseos implícitos en las hormonas de tu sexo.
Es hora de partir, te agradezco esta noche mágica que me diste, te regalo esta noche lujuriosa que te di. Mujer, todo esto paso en nada, y nos pareció la eternidad, deseo y espero que sea pronto nuestro nuevo y delicioso encuentro.
Sorprendamos a la cama con los jugos del rocío... lagrimas que taladran los sentidos.
© Enrique Palma... Andalucía (España)...
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