“Mujer, me gustaría ser jardinero de tu cuerpo y mi tacto encienda tu infierno, decirte quien eres, primavera, flores de mil colores, universo de amapolas y rosas.
No quiero justificarte como si fuera un leguleyo, quisiera ser poeta empezar lo que empiezo y escribir el primer verso en tu cuerpo, entre luces y sombras, ese eterno cosquilleo.
De llamarte vida hermosa, te presiento, arrancarte de tu sueño y recordarte, pensarte, imaginarte, fantasear de ti, en mis momentos, es apenas tu ausencia, monotonía constante del inicio en cada día de un nuevo poema”.
© Enrique Palma... (Granada)... (Andalucía)...(España)...
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