Tuve Que
Pecar,...
Lo confieso, era
tanta magia en ella que, imposible pasara inadvertida, fue verla y mis ojos se
condenaron, pecaron al mirarla, al observar tanta hermosura y esa sensualidad
única y especial que va en ella, negarme no pude, y con tanta hambre, me
condene, en esa tarde en que mis ojos la vieron, la recorrieron, se asombraron,
al ver su cuerpo, que maravilla, y cada curva, como el garabato de un niño,
cuanto alocamiento en mi pensamiento, su embrujo perturbo mi sosiego, agitó mis
deseos, sublevó a mis ganas, la ilusión levantada, ella, una hoguera, y
excitada, era una llamarada, y sin saberlo encendía su anhelo, lo encaramaba, y
en silencio, le penetraba en su alma. He pecado, no lo niego, ni me arrepiento,
volvería hacerlo. Musa de mis letras, locura de mi pensamiento, insomnio de mis
noches...
© Enrique Palma...(derechos reservados)...
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