El amor de estos días cambia, a veces deja de mandar flores, otras abandona la cortesía, y algunas veces confunde vanidad con carne, lujuria y arrumaco, tan efímero como la vida de ciudades y campo.
Yo no dejo de pensar en el amor sincero, el que tú me has dado cuando poco dices y eres verdadera, el que me diste y me otorgas conociendo mis secretos.
El amor que me das a pesar de pecar de ser clavel que crece en silencio, haciendo a mi modo a veces amor necio.
Lo que no cambio son tus ojos que un día me imaginaron y llorando me
dijeron ¡hombre no eres un sueño! ese amor que nos compenetra en una
complicidad que nunca cambio, aquellos momentos que unidos han formado
algo real, real más que un ¡te quiero! más que media luna, te entrego mi
amor en tu cielo, donde el sol y la luna han sabido desde los desvelos,
hasta los helados y fotografías, escritos y suspiros, canciones y
aventuras, películas y locuras.
El amor de estos días tiene algo de los amores de antes, una carta que se espera y saber que la promesa que te ha hecho siempre llega como paloma, y se queda para esperar la respuesta de su amante caballero, al que ella tanto adora.
© Enrique Palma...22/8/2015… (Derechos reservados)...(Inédito)
El amor de estos días tiene algo de los amores de antes, una carta que se espera y saber que la promesa que te ha hecho siempre llega como paloma, y se queda para esperar la respuesta de su amante caballero, al que ella tanto adora.
© Enrique Palma...22/8/2015… (Derechos reservados)...(Inédito)
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