Siento deseos inconfesables con solo observarte, tus ojos de embrujo me llevan al paraíso de lo posible, mi masculinidad se vuelve salvaje, en tu mirar me haces vulnerable exquisita y adorable mujer, en mis noches humedeces mi piel.
Tus ojos profundos embelesan mis sentidos, bella eres y hechicera, tu sensualidad me tienta, me seduce y fascina, eres dulce y atrevida, yo adicto a tu piel.
Ardiente eres mujer, llevas fuego en la mirada, mi cuerpo desea que muerdas su alma hasta que raye el alba sientas mis dedos hurgar el fruto prohibido. ¡Mi exquisita y sublime condena!.
© Enrique Palma... 1/12/2017... Granada... Andalucía... España...
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