lunes, 9 de febrero de 2015

Y LA INVITÉ

Y la invité.

Y me llegó su pensamiento,
siempre esperándolo para guardarlo muy adentro,
me llegaste tú en el viento,
igual que paloma mensajera
que vuela en libertad, de tan lejano lugar.

Y al verla llegar sonriendo,
mi mirada perdida en el tiempo,
buscaba la luz de sus ojos que tanto necesitaba,
al preguntar cómo se llamaba
y escuchar su nombre, ¡ay paloma! se me estremeció el alma.

Sentí su abrazo y el beso que me daba,
las estrellas aparecieron en mi morada,
con aquellos besos que tanto anhelaba,
en mi almohada el perfume de aquella paloma
y su aliento, que tatuado en mi piel quedaba.

¡Ay! paloma,
qué hermosa libertad,
que hace realidad nuestros anhelos,
que llegaste en aquel terminar donde comenzó todo
mi paloma, una nueva invitación para ti tengo.

© Enrique Palma... (Derechos de autor)…8/2/2015…

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