El amor.
No es
para qué… sino para quién.
El amor
que te tengo
no se
hizo para un porqué,
si no
para tenernos
saber
con quién contamos,
cuando
me perdonas
por
lastimar tu alma
mujer,
mi primavera.
El amor
que te tengo
no se
hizo para hacernos
uno
sólo…
Si no
para comprendernos
estando
pendientes uno del otro
y escuchando
con el
alma,
con
todo.
El amor
que te tengo
no se
hizo para la peripecia,
si no
para la seguridad
de que
sabes que ¡te amo!
y
demostrarlo con cuidados
a besos
entregados,
a ese
sí enamorado
que te
espera siempre
eclipsando
tus labios
con mis
labios…
Con las
manos jugueteando
entre
tus brazos
Y
recorriendo tus pechos,
tu
amor…
El amor
que te tengo
no se
hizo para brevedades
si no
para siempre…
Donde
comienza
ese verso
que aún no he terminado…
Llamado
eternidad.
© Enrique Palma... (Derechos de autor)…25/4/2015…
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