La caricia de los labios.
Bésame de repente,
como si no lo hubiera
esperado.
Bésame lentamente,
cómo pidiendo aire para
respirarme siempre.
Bésame y déjame besarte, como
si mis manos
fuera mi lengua, bordeando tus
labios.
Bésame como el suspiro
que dura el instante eterno,
meditado.
Bésame, con un beso al aire
y que la brisa del mar me
traiga su recado.
Bésame como quieras, y déjame
besarte
en tus adentros, a solas o en
tu manto,
pues la caricia de mis labios
ha entrado en tu casa.
¡Bésame con el alma! pero ¡bésame!
Como el arrumaco sublime a
punto del llanto.
De tu saliva en mis ansias
locas de tus llamados.
Todo comenzó con un beso…
Y el primero yo te lo di…
Sin que me sintieras…
Lo dejé en tus entrañas…
Donde habita el primer
silencio
Cuando dices te extraño…
Desbordando mi amor por ti.
© Enrique Palma...(Derechos de autor)...15/4/2015…
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