Ayer ni nubes, ni cantos ni alegría en mi
sonrisa, había todo quedado quieto, hoy me duele en el pecho que sabiendo tú
que te amo, que por ti todo hago, sigas pidiéndome que sea escribano de amor
despierto, y hoy que confirmas tus alas batiendo hacia el sendero, me pides que
me quede pero como hago si solo un poema
para ti sigo siendo.
Si de repente me ves durmiendo…no culpes
a los árboles, a las flores o al destino que no te trae por mi camino, culpa a
tu terquedad que sabiendo que te amo, sigue pensando que trazaré entre lienzos
un verso en tu silueta, si es la gloria quedarme contigo, no quiero ni deseo
ser inspiración de la que todos los árboles se visten de mi destino.
Quiero que
me mires seriamente y dejes de pensar que soy ave de letras, soy más que eso,
soy árbol amando, firme como el Roble…y tú, ni si quiera te quieres dar cuenta.
Enrique Palma...(26/7/2014)...(Derechos
reservados)...(inédito)
Ella terquedad, ceguera, egoísmo, tu en cambio poderoso símbolo de la vida, no arrastres tus ramas, lebántalas pues tu tienes nobleza y sabiduría.
ResponderEliminar